El tiempo pasa y la vida sigue su agitado curso. Es increible que ha pasado ya el primer trimestre del año, y luego de mi ultima entrada en este blog han ocurrido muchas cosas.
Entre ellas, la defuncion de dos de nuestros amigos viviendo con VIH. Cuando un amigo se va... no hay remplazo, pues cada vida es unica. Quedan los legados, los recuerdos, y la esperanza que es eterna.
Ambos pacientes fallecieron lejos en circunstancias diferentes. Uno de ellos tuvo un accidente de transito fatal. Un señor muy adherente al tratamiento, que habia mantenido carga viral indetectable por casi 3 años, desde el inicio de la terapia antiretroviral. Un señor muy disciplinado, alegre y servicial. En medio del dolor se insinua una alegria... Me satisface el hecho de que NO murio a causa del SIDA. Quisiera que todos y todas mis pacientes, bueno... los de todo el mundo, fallezcan de accidente o cualquier otra causa diferente al SIDA, pues esto implica exito terapeutico. Que, como alguien decia, le mato la hora y no la enfermedad.
La otra historia es penosamente distinta. Una joven que tenia varios meses desaparecida, sin responder a las llamadas de nuestro personal, no pudiendo ser localizada. Nos enteramos que esta semana fue llevada a un hospital regional en coma con datos de encefalitis por herpes virus, falleciendo pocas horas despues. Existen muchas interrogantes sin respuesta en relacion al caso.
En la vida hay innumerables por que sin respuesta. Por eso vale la pena vivir cada dia al maximo, viviendo por fe. Buscando siempre lo positivo en cada situacion. Vivir alegres por lo que queda, en vez de vivir tristes por lo que falta. La fe, la esperanza y el amor nos permiten trascender nuestros limites y el mismo tiempo que pasa...